El mandatario hizo frente a las críticas y destacó los logros de su gestión. Pero al cierre de su intervención, hizo hincapié en las cosas que le preocupan de la contingencia, asegurando que existe un «grave y acelerado deterioro de la calidad de nuestra política» y una «actitud beligerante de algunos sectores».
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A dos días de la realización del cambio de mando, el presidente Sebastián Piñera entregó un último mensaje al país. Mediante una cadena nacional llevada a cabo durante la noche de este miércoles, el actual mandatario realizó un balance de su gestión, respondió a las críticas, asumió errores y también lanzó sus dardos hacia las cosas que le “preocupan”.
Al comienzo de su intervención, el actual jefe de Estado destacó que “cada gobierno construye sobre la obra de quienes lo antecedieron, y también pasa la posta a quienes asumen el relevo del futuro. Así se construyen los países, con unidad, colaboración, imaginación, espíritu emprendedor y siempre con mucho esfuerzo“.
Continuando con su discurso, reconoció que “gobernar nunca ha sido fácil y a nosotros nos ha tocado especialmente difícil“, recordando que durante su primer gobierno debió enfrentar la reconstrucción del país tras el terremoto del 27F. Mientras que en la segunda gestión, tuvo que hacer frente a otros conflictos que siguen calando hondo en la sociedad.
El primero de ellos, dijo, correspondió al estallido social de octubre de 2019, “la ola irracional de violencia destructiva que se expandió por todo nuestro territorio. La crisis política y la demanda por un nuevo pacto social”; seguido por “la peor crisis sanitaria de los últimos 100 años, la mayor recesión de la economía mundial de los últimos 60 años y la peor sequía de nuestra historia”.
18-O, pandemia y recesión económica
Respecto del estallido social, sostuvo que se trató de una ola de violencia que “dejó muchos heridos y lesionados, pero lo más doloroso fue la pérdida de las vidas humanas”, una situación que “enfrentamos con todos los instrumentos del Estado de Derecho” y “buscando siempre compatibilizar el orden público y la seguridad ciudadana, con el respeto de las libertades y los Derechos Humanos“.
Un suceso que, de acuerdo con su consideración, dejó en evidencia la “histórica fragilidad” del Estado en materia de inteligencia.
Por otro lado, se refirió a la la recesión económica y la crisis social que trajo consigo, algo que “abordamos construyendo de forma muy rápida una red de protección social que logró llevar alivio a más de 17 millones de compatriotas”. Pero esto no estuvo exento de un mea culpa, ya que sostuvo que “estamos conscientes de la crítica y de no haber podido llegar a todos y a tiempo, y por supuesto sentimos y lamentamos las dificultades que vivieron“.
Sobre la crisis política, aseguró que ésta fue encausada dentro del marco de la Constitución y el Estado de Derecho, haciendo alusión a la aprobación de una reforma constitucional en el Congreso y el triunfo del Apruebo en el plebiscito.
Finalmente, apunto a la pandemia del COVID-19, un hecho que se mantiene vigente a nivel mundial y cuyo objetivo fue la protección de la salud de los ciudadanos y ciudadanas, mediante el “fortalecimiento temprano de nuestro sistema de salud” mediante el aumento de las camas críticas, trazabilidad, testeos y aplicación de vacunas.
“Hemos asegurado al próximo gobierno las vacunas necesarias para completar la segunda dosis de refuerzo y hemos dejado el camino pavimentado para obtener las vacunas que sean necesarias en el futuro”, agregó.
Logros y avances
Pero junto al reconocimiento de estas dificultades, tuvo palabras para enfatizar en los “logros y avances” del gobierno. Uno de estos, señaló, es que “pusimos a los niños primeros en la fila, impulsamos la agenda mujer para lograr una mayor igualdad entre derechos y deberes entre hombres y mujeres, promulgamos la Ley de Matrimonio Igualitario, y también fortalecimos el Pilar Solidario e implementamos la Pensión Garantizada Universal“.
A lo anterior se sumó la recuperación de 1,6 de los dos millones de trabajos perdidos durante la pandemia, así como la capacidad de “crecer y desarrollar nuestra economía”. “Nuestro gobierno termina su mandato con una economía ordenada, con ahorro y con un país en pleno crecimiento“, destacó.
Entre los otros logros nombrados, estuvieron los siguientes: Modernización y renovación del sistema de transporte público; construcción o renovación de un cuarto de la infraestructura pública y de atención primera; la aceleración del proceso de descarbonización de la matriz energética y su reemplazo por energías limpias y renovables; el fortalecimiento de programas de forestación y reforestación para la protección de los bosques.
“Me preocupa el grave deterioro de la calidad de nuestra política”
Finalmente, el presidente de la República entregó un mensaje respecto de los acontecimientos que “más le preocupan” dentro de la contingencia nacional. Sobre esto, se dirigió precisamente a que “más allá de nuestros errores y falencias, que los hubo, la acción del gobierno encontró en demasiadas ocasiones una implacable obstrucción de una parte de la oposición y también muchas veces críticas que nos parecieron injustas”.
Por lo mismo, “me preocupa el grave y acelerado deterioro de la calidad de nuestra política y la actitud beligerante de algunos sectores”, así como la “falta de conciencia sobre la importancia del crecimiento económico sostenible”.
Dentro de este marco, también se refirió a la Convención Constitucional, asegurando que “no queremos pasar los próximos 40 años enfrentándonos y dividiéndonos por la nueva Constitución”, y para lo mismo, “se requiere de amplios y sólidos acuerdos”.
“Me preocupa el excesivo afán refundacional de amplios sectores de la Convención”, manifestó, haciendo hincapié en que “Chile tiene una historia y nuestra nación es mucho más que la suma de sus partes”.
Al cierre de la cadena nacional, continuó dando a conocer sus preocupaciones que apuntaron a: El debilitamiento del Poder Judicial, la supresión del Senado, la restricción de la libertad de conciencia y de expresión religiosa, entre otras cosas.
Para concluir, el mandatario reiteró el rechazo la invasión rusa en Ucrania y confirmó la solidaridad de Chile con el pueblo ucraniano.
