La Delegación Presidencial fue el punto de encuentro de alcaldes (AREMU) y autoridades regionales para conformar una mesa de trabajo sobre la fijación de criterios regionales para evitar proliferación de nuevos núcleos urbanos al margen de la planificación territorial, un panorama que para el edil de Coyhaique y seremis del territorio se estaría convirtiendo en una problemática para la región de Aysén y la capital regional.
En la reunión estuvo presente el alcalde de Río Ibáñez, el Delegado Presidencial junto a las Seremis de Vivienda y Urbanismo, Medio Ambiente, Bienes Nacionales y la Secretaria Regional Ministerial de Agricultura.
“Sostuvimos una reunión con diferentes organismos públicos para llegar a un consenso, determinamos que falta musculatura en cuanto a la legislación vigente de los loteos en todo el territorio de la Patagonia, esto está significando una problemática por la forma en cómo se están desarrollando, además se ha generado una presión en el medio ambiente, en los proyectos de caminos, electrificación, entre otros, situación que ha significado un gran problema no solo para el municipio sino que también a distintos organismos”, expresó Gatica.
En esa misma línea, la máxima autoridad comunal, indicó “esto también tiene que ver con las nuevas iniciativas que el gobierno está tratando de respaldar por ejemplo: el impuesto a las personas más ricas, que hoy día nos están mirando con un ojo territorial, acá hay que pensar en la gente que tiene campos superiores a las 50 o 100 hectáreas, quienes les están haciendo pagar un impuesto, pero resulta que esos terrenos son de pioneros, de personas de campo, es decir, de nuestros lugares que no tienen como pagar tributos al Estado y, por lo tanto, van a estar obligados a vender”, manifestó el alcalde Carlos Gatica.
Según la Dirección Regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Aysén, en el año 2000 la región llegó a registrar 536 parcelas, una cifra que ascendió a 3.991 en 2020 y a 7.372 nuevas subdivisiones de predios rurales durante 2021.
Cabe mencionar que esta necesidad de contar con un terreno en la región de Aysén, específicamente en el sector rural y urbano de la comuna de Coyhaique, estaría generado una fuerte presión que estaría atentando con la naturaleza que caracteriza al territorio.
