Columna de Opinión: Afganistán, tres derrotas

Samuel Fernández Illanes                                                                                            Académico Facultad de Derecho UCEN

Retrocedió al punto de partida luego de 20 años, pleno de consecuencias para el país, vecinos, Estados Unidos, aliados, organismos, y el mundo. Además, estimo que se han materializado tres derrotas.

Vuelven los talibanes a un país siempre confrontado entre sí o con extranjeros, jamás unificado. Menos por invasiones foráneas. Pretender transformar sus costumbres, tendrá una resistencia feroz. Muy pocos aceptan la pretendida civilización, menos un modelo con democracia, libertades, que procura pacificarlos, y sobre todo, igualar hombres y mujeres, nunca practicado. Los intentos  políticos, terminaron con la fuga del Presidente y el dinero. En lo militar, lo evidencia el desfile Talibán en los vehículos norteamericanos para el ejército que desertó. Primera derrota.

El Islam podría unificarlos, revelado para corregir antiguas creencias, o la falta de ellas, y purificar el mal con la virtud. Los radicales aplican estrictamente el Corán y sus Leyes (Sharía), su peor enemigo es el apóstata, a ser eliminado antes que los demás infieles. En el aeropuerto mataron propios o extraños. Va al Paraíso, el que se inmola. Vuelven Al Qaeda, y el Estado Islámico, el ISIS-K. Los talibanes enemigos, cobijaron a Bin Laden hasta su eliminación en Pakistán. Apoyó el Consejo de Seguridad, que permitió utilizar todos los medios necesarios. Otra cosa, transformarlos en Estado tipo occidental. El terrorismo y la modernización religiosa, sin éxito. Segunda derrota.

Hay dispuestos a llenar el vacío norteamericano. Muy difícil que regrese sin aliados ni vecinos donde operar, como Irán, Rusia, China o Pakistán; ni un mar, por ser mediterráneo. Procurarán entenderse con los talibanes, ricos potencialmente, pues no intentan cambiarlos ni imponer otra cultura. El Consejo de Seguridad adoptó la Resolución 2593 (30.08.21): Condena los atentados; exige no utilizar Afganistán para amenazar o atacar; pide asistencia humanitaria; respeto a los Derechos Humanos; cumplir las promesas talibanas; y preocupación por la seguridad internacional. No mucho más, pues China (por considerarla apresurada), y Rusia (por considerar desastrosa toda intervención), se abstuvieron, lo que permitió aprobarla. Dependerá del Gobierno Talibán provisorio, si cumple. Cuesta confiar pues basta observar sus integrantes, los más extremos en el pasado. Habrá un nuevo escenario regional, Norteamérica sale debilitada, una huída improvisada, apenas lograda, y aumento de la migración, pero con miles abandonados a su suerte. Tercera derrota.

Un reacomodo de la influencia occidental y de EEUU, e impacto para Biden. Tres derrotas que acompañarán su mandato. El mundo suma más problemas y Afganistán se sumerge en un pasado que parecía superado.