Columna de Opinión: Huemules de Aysén, como mejora su protección y la participación ciudadana con la gestión del Gobierno ecológico y dialogante.

Por Felipe Henríquez Raglianti
Ex Seremi de Agricultura de Aysén

Ya se han cumplido mas de 100 días de Gobierno y en este tiempo hemos sido testigos de numerosos desaciertos, producto de un ímpetu juvenil, que sumado a la falta de experiencia y desconexión de la realidad, han llevado al Presidente a contar con una muy baja aprobación, pese a la histórica votación obtenida en su elección.

 

A nivel regional, parece que muchas de las autoridades aún no logran tomar las riendas de sus responsabilidades, habiendo temas importantes que parecen ser olvidados o dejados de lado, quizá porque no son producto de su creación, diseño o puesta en marcha, pero lo cierto es que ya se venían haciendo y contaban con un fuerte componente participativo y medio ambiental. Temas como el trabajo regional para el cuidado del Huemul, el que mediante espacios de participación, convocados por la autoridad política, a través de una Comisión Intersectorial, daban cuenta permanente a los actores sociales, académicos e institucionales de los avances y propuestas, pero que además recogían las ideas que surgían desde las organizaciones y las apoyaba para poder darles cabida y espacio operativo e institucional. Igualmente, esta instancia permitió y espero lo pueda seguir haciendo, la vinculación entre las instituciones públicas y la academia, entre organizaciones colaboradoras del estado y las áreas silvestres protegidas, entre organizaciones no gubernamentales y servicios públicos, articulación con Alcaldes y Municipios, campañas de educación y prevención vial, todo con el fin de potenciar el cuidado de nuestra heráldica especie, el Huemul.

 

La Comisión Intersectorial para la Conservación del Huemul, nace el año 2013 y durante ese año y parte del 2014, opera con frecuencia y orden, logra obtener un financiamiento regional histórico para un programa centrado en el cuidado de la especie y su divulgación, pero lamentablemente entre el 2014 y 2018 las acciones son escasas y sin el sello de participación, siendo nuevamente puesta en marcha la instancia participativa en el segundo Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, tiempo en el cual me honró coordinarla, incentivando los espacios de participación y dialogo, no exento de diferencias entre los convocados, pero dando la cara siempre y enfrentando las diferencias a favor de un propósito superior.

 

Logramos a través de la participación, trabajo en equipo y gestión avances importantes, como la prospección binacional del corredor biológico del huemul en Lago Las Torres- Alto Río Senguer, realizado en conjunto con organizaciones de ambos países y dando respuesta a un Memorándum de entendimiento binacional para el cuidado de la especie que tras décadas de firmado con la hermana república Argentina, no ha avanzado en acciones concretas, la puesta en marcha de la mesa Castillo, que coordinó acciones entre CONAF, SAG e INDAP, para poder atender y orientar a los productores ganaderos de zonas contiguas al Parque Nacional, donde cohabitan huemules y animales de abasto, promoviendo el manejo sanitario, pero también la educación ambiental, la generación de convenios con Universidades que han permitido avanzar en conocimiento, la puesta en marcha de pruebas tecnológicas para el monitoreo del huemul, el patrocinio regional para que se estableciera un Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (Plan Recoge) centrado en el huemul en el sur de Chile, los operativos de limpieza del hábitat del huemul, por nombrar algunas.

 

Quiero, mediante esta columna, invitar a las autoridades regionales a tomar este tema, de forma participativa y en serio, pues nuestra región posee el territorio capaz de salvar al huemul. Tanto en instituciones públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil existe un gran capital humano dispuesto a trabajar, aprovechémoslo. Los insto a hacer las cosas de mejor forma, a demostrar que son mejores, mas capaces y que la preocupación medioambiental es una realidad y no solo un lugar común en sus discursos. Siendo yo un miembro de la oposición al Gobierno, los invito a trabajar y les deseo éxito en ello, poniéndome a disposición para colaborar, pues el huemul no sabe de partidos políticos o gobiernos y nos necesita a todos para salvarse de la extinción.