Columna de Opinión: Urgencias en la región de Aysén en materia agroalimentaria

Felipe Henríquez Raglianti.
Médico Veterinario, Ex Seremi de Agricultura

 

Estos días se ha generado una interesante, pero lamentable pauta de medios producto de la baja ejecución presupuestaria regional, donde Consejeros Regionales de diversos sectores políticos, han mostrado su descontento por la gestión que lidera la Gobernadora Regional. Hemos vistos declaraciones cruzadas, ideas y sugerencias, que lamentablemente no logran llegar a acciones concretas, por lo que el tiempo sigue pasando, los problemas se agravan y finalmente la población de Aysén no logra acceder a mejoras en su calidad de vida producto de nuevas obras, planes, programas o políticas públicas, lo que además afecta a distintos sectores productivos y laborales, que ven ralentizadas las inversiones y con ello el dinamismo económico.

 

Por otro lado el ejecutivo, a través de sus representantes, mantiene una agenda de continuidad, donde algunos representantes se ven activos, mostrando acciones que son propias de programas que ya venían en ejecución, que fueron diseñados, aprobados y financiados en la administración del Presidente Piñera. Lo anterior es positivo, pues da muestra que se trata de políticas de estado, pero además demuestra que el foco y orientación de los programas diseñados consideró variables, acciones, metas e indicadores que son positivas para la gestión del Gobierno actual. Un ejemplo concreto y que conozco de cerca es lo que ocurre en Agricultura, donde hemos visto a un Seremi que valora los programas ya iniciados y que a través de redes sociales muestra acción de ellos y es a partir de los mismos que hace saber que a más de cuatro meses de iniciada la gestión de este gobierno, sigue conociendo e interiorizandose de los temas regionales que preocupan o afectan al sector silvoagropecuario. Evidentemente esa demora en la comprensión y dominio en los temas es producto de nombramiento de personas foráneas, que además profesionalmente no poseen el conocimiento necesario para enfrentar las temáticas, lo cual se puede corregir con espacios de participación, como los que ya ha mostrado el Ministro de la Cartera, al abrir espacio a ex autoridades y actores diversos, pero que regionalmente no se han dado.

 

Lamentablemente, transcurrido ya largo tiempo, aun no se da a conocer iniciativas, ideas o propuestas para enfrentar los problemas que el sector mantiene y que se traspasan de forma directa a la población, mediante aumento de precios en productos de la canasta. Hemos conocido las directrices nacionales, pero muchas de ellas no se logran bajar a la región, por cuanto terminan pareciendo frases generales, que llenan discursos pero que no se plasman en iniciativas de fomento y apoyo.

 

Urgencias que a simple vista logra identificar cualquier persona que conozca el sector, son las dificultades logísticas que impiden tener un cabotaje fluido de ganado, lo que altera las condiciones de mercado, disminuyendo poderes de compra y consecuentemente disminuye los precios de venta, por cuanto se ven afectados ganaderos que deben sacar animales y para ello aceptan menores valores de venta. Otro problema es el aumento sostenido del precio de los fertilizantes, el cual sumado a la vulnerabilidad hídrica que enfrentaron los campos la temporada anterior, pone en riesgo la disponibilidad de forraje, el cual es conservado principalmente por los agricultores más tecnificados, quienes en la medida que más produzcan, ponen a disposición mayores volúmenes, promoviendo mayor competencia y de esta forma bajando los precios de venta de este insumo tan necesario para las temporadas de invierno. Así nos damos cuenta de la integración estrecha que tiene esta cadena de valor, donde lejos de existir la competencia, se promueve una colaboración.

 

Hoy la mala ejecución presupuestaria regional y las urgencias que enfrentan los agricultores, que deben ser abordadas con un enfoque de seguridad alimentaria, abren la posibilidad de disponer de instrumentos de fomento directo que permitan implementar obras asociadas a soluciones hídricas, ya sea para riego o abrevamiento animal, apoyo en la compra de fertilizante, mediante iniciativas regionales de apoyo a la recuperación de suelos degradados, cuya ley establece mecanismos que pueden ser ajustados a la realidad regional si el apoyo financiero se logra a través del FNDR, como ya ha ocurrido en la historía reciente.

 

Insto a las autoridades regionales a tomar estas temáticas y sugerencias como ideas propias y para lo cual estoy seguro que contarán con apoyos transversales, poder transformarlas en programas concretos de fomento y apoyo, pues aunque tengo grandes diferencias en el ideario del gobierno, la región y su gente nos necesita a todos. No importa el color del gato, importa que cace ratones.