El cáncer de mama es el tipo de cáncer más diagnosticado a nivel mundial, y en los últimos años logró superar en cantidad de personas a las que se les detecta cáncer de pulmón, según informan desde la Asociación Americana de Oncología Clínica.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1 de cada 12 mujeres se enfermará en algún minuto de su vida.
Este tipo de cáncer se presenta cuando células malignas tienen un crecimiento exagerado en los conductos, lóbulos o tejidos que se encuentran en los senos. Este, luego, puede ramificarse por el resto del cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Al igual que otros tipos de cáncer, las probabilidades de tener cáncer de mama aumentan si es que se tienen antecedentes familiares, pero también se estudia su relación con la presencia de un gen específico.
Además, otros factores como la edad avanzada, la obesidad, el consumo de alcohol, el historial reproductivo, el consumo de tabaco y la terapia hormonal; también podrían aumentar las posibilidades de diagnóstico.
Si bien no es imposible, es poco probable que un hombre desarrolle células cancerígenas en su tejido mamario. No hay una restricción de edad para la data de aparición, pero suele presentarse más a menudo en hombres mayores.
Síntomas del cáncer de mama
El autoconocimiento es muy importante para poder notar las diferencias que el crecimiento de células cancerígenas pueda producir en las mamas.
Para eso se recomienda a las mujeres practicar regularmente un autoexamen. Este consiste en observar las características, como color y forma, de las mamas y pezones. Luego, con las manos se debe explorar la superficie para conocer cómo se siente e identificar la presencia de masas.
Al igual que otros tipos de cáncer, el cáncer en las mamas, en las etapas más tempranas, puede no presentar mayores síntomas.
Según la Asociación Americana del Cáncer, los síntomas más habituales del cáncer de mama son:
- Inflamación parcial o completa de la mama (incluso sin la presencia de una masa).
- Hoyuelos en la piel, parecidos a la piel de naranja.
- Dolor en la mama o el pezón.
- Retracción del pezón.
- La piel del pezón o mama se ve roja, seca o se ha engrosado.
- Líquido, que no es leche, sale de los pezones.
- Inflamación de los nódulos debajo del brazo (axila) o cerca de la clavícula.
Muchos de estos síntomas también podrían ser producidos por otras condiciones, que no son necesariamente cáncer. Incluso las protuberancias que puedas sentir a través de un autoexamen podrían corresponder a masas no cancerígenas.
Es por esto, que la principal recomendación es acudir a un especialista para poder confirmar un diagnóstico y despejar las dudas.
Por Monserrat Saavedra
Fuente: meganoticias.cl
