Más de 90 muertos y decenas de desaparecidos dejan lluvias torrenciales en Brasil

Al menos 94 personas murieron y decenas se encuentran desaparecidas tras las lluvias más intensas de los últimos 90 años en la antigua ciudad imperial brasileña de Petrópolis, donde el miércoles se libraba una carrera contrarreloj para hallar a eventuales supervivientes bajo el lodo y los escombros.

«Es un escenario de guerra. Solo tienen que ver los muros y ver hasta dónde llegó el agua», dijo al final de la tarde Cláudio Castro, gobernador de Rio de Janeiro, en una rueda de prensa en la zona del desastre, en la región serrana del estado, añadiendo que «fue la peor lluvia desde 1932».

El gobierno confirmó hasta la noche del miércoles 94 muertos, una cifra que continúa creciendo con el correr de las horas, tras el temporal ocurrido en la tarde del martes en la ciudad ubicada a 68 kilómetros al norte de Rio.

 

«Nadie lo esperaba, fue desesperante, muy triste. Tengo amigos que están desaparecidos«, dijo Elisabeth Pio Lourenço, de 32 años, vecina del destrozado barrio de Alto da Serra.

«No quiero ver lluvia nunca más en mi vida», exclamó otro vecino, Jerónimo Leonardo, de 47 años, que el martes tuvo que salir a toda prisa de su casa, que quedó relativamente conservada.

Siguen buscando a desaparecidos

Algunos puntos de Petrópolis recibieron hasta 260 milímetros de lluvia en menos de seis horas, un volumen superior a la media histórica para todo febrero (240 mm), de acuerdo con la agencia meteorológica MetSul.

Según la Defensa Civil de la Alcaldía, se produjeron en 24 horas 325 incidentes, entre ellos 269 deslizamientos, además de derrumbes de decenas de viviendas y caídas de muros y de árboles.

Equipos de rescate continuaban trabajando para socorrer a los afectados, muchos de los cuales buscaban desesperados a familiares y amigos en un escenario de viviendas reducidas a escombros y vehículos apilados entre el agua y el barro, constataron periodistas de la agencia AFP.

Hasta el momento, las autoridades rescataron a 24 personas con vida y no han informado del número de desaparecidos.

La iglesia de Santo Antonio, cercana al área del desastre, abrió sus puertas para acoger a más de 150 personas, evacuadas de sus casas por las inundaciones o el peligro de deslave a causa del temporal. Muchas otras fueron atendidas principalmente en escuelas.

«Muchos de los que llegan lo han perdido todo, o perdieron a sus parientes. Es una situación difícil», dijo a AFP Celestino, el párroco de la iglesia.

Fuente: meganoticias.cl