Señales para darse cuenta si tu hijo o hija sufre acoso escolar y qué medidas tomar

Desde el inicio del año académico se han registrado graves episodios de bullying al interior de los colegios. Es más, el 30% de las denuncias ingresadas a la Superintendencia de Educación durante marzo fueron por violencia. ¿A qué indicios pueden estar atentas sus familias? Acá, algunos consejos.




A mediados de febrero una trágica noticia dio la vuelta al mundo debido a su gravedad. Drayke Hardman, un niño estadounidense de solo 12 años se quitó la vida tras sufrir bullying en su colegio. El pequeño fue encontrado por sus hermanas sin signos vitales en su habitación y tras su muerte, sus padres comunicaron que su hijo “estaba librando una batalla” contra el acoso escolar.

Lejos de Chile, pero cerca a la vez, el caso hizo pensar en aquellas veces que el bullying provocó que estudiantes chilenos perdieran las ganas de vivir y decidieran terminar con su sufrimiento. Recordado es el episodio sufrido en 2018 por Katy Winter, la alumna del Nido de Águilas que se quitó la vida en una cafetería por sufrir ciberbullying.

Pero ese está lejos de ser el único caso, ya que desde el 2 de marzo pasado, cuando los estudiantes regresaron a las aulas luego de dos años de clases remotas debido a la pandemia del COVID-19, se han registrado graves episodios de violencia escolar.

De ahí la importancia de que los padres, madres y apoderados pongan atención a sus hijos e hijas y estén alertas a las señales que dan a diario.

De agresiones a masacres escolares

Durante el primer semestre de clases de este año, se han producido algunos polémicos actos similares protagonizados por estudiantes.

El pasado 11 de mayo, un colegio de Iquique suspendió sus clases luego que la directora y los profesores recibieran amenazas de muerte por parte de supuestos estudiantes que publicaron fotos con armas de fuego en redes sociales.

A ese hecho se sumaron las preocupantes situaciones de bullying que denuncian alumnos del Instituto de Humanidades Luis Campino, ubicado en Providencia, donde niños de solo 4to Básico aseguran ser víctimas de insultos, empujones, golpes y amenazas por parte de compañeros de cursos superiores.

A mediados de abril, en tanto, un joven de 18 años fue detenido por ser el eventual autor de las amenazas realizadas en el Liceo Benjamín Franklin de Quinta Normal. En un hecho que conmocionó a todo el país, el involucrado publicó un video en Youtube en el que advertía una “masacre escolar”. A esas amenazas se sumaron dos similares en colegios de Valdivia y Victoria, donde hablaban sobre un ametrallamiento contra la comunidad educativa.

Otro grave episodio de violencia fue el que vivió un niño de nueve años en el colegio Seminario San Rafael, en la ciudad de Valparaíso, donde lo amarraron para sacarle parte de sus pestañas.

A principios de ese mismo mes se viralizaron preocupantes imágenes de una agresión física de una estudiante a otra joven al interior de un colegio de Laja, en la Región del Biobío. Y el famoso cantante nacional Américo realizaba una impactante acusación, tras dar a conocer que su hija era víctima de bullying. Eso, a solo un día del retorno obligatorio a las clases presenciales en el país.

 

2022: El año del aumento de violencia escolar

El pasado 28 de marzo se realizó una reunión entre diferentes Ministerios y la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, además de algunos municipios y otras autoridades, para analizar las acciones frente a los episodios de violencia escolar ocurridos en el país.

Tras el encuentro, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, reveló que el 30% de las 1.500 denuncias ingresadas hasta esa fecha en la Superintendencia de Educación tienen relación con diversos tipos de violencia sufrida por los estudiantes.

“Esto es claramente un número superior al que se había presentado años anteriores”, indicó el secretario de Estado, reconociendo apenas comenzado el año académico un aumento de las acusaciones ante el Mineduc.

Por esa razón, desde el Ejecutivo enfatizaron en la necesidad de que los establecimientos educacionales cuenten obligatoriamente con un protocolo de actuación para enfrentar situaciones de violencia física o psicológica. Sin embargo, muchas veces la comunidad educativa desconoce lo ocurrido en los pasillos de los colegios.

Por eso es tan relevante el rol que toman los padres, madres y apoderados de los escolares, quienes son los indicados para notar cualquier indicio de acoso escolar en sus hijos e hijas.

 

¿A qué indicios estar atento?

Sofía Fiedler, psicóloga del Servicio de Salud Metropolitano Oriente (SSMO), señala a CHV Noticias que “los consejos para identificar de forma temprana si los hijos están sufriendo algún tipo de acoso o bullying son bastante sencillos”.

Según indica, una de las primeras señales a tomar en cuenta son los cambios de comportamiento y actitudes. Por eso, llama a fijarse si es que “por ejemplo, un niño o joven antes salía mucho y ahora se empieza a aislar, empieza a retraerse”.

El segundo indicio es que el niño o niña no quiera ir al colegio, ya sea porque le deje de gustar o porque empiece a sentirse intimidado por su asistencia al establecimiento educacional.

Y el tercero y más importante según la profesional, es dejar de ningunear las emociones de los hijos e hijas. En esa línea, afirma que no hay que confundir los cambios de actitudes con la denominada “edad del pavo”.

“Eso es ningunear un proceso de desarrollo que es muy importante y complejo para los jóvenes. Algunos están en esta situación y muchas veces se les ningunea sus factores emocionales por eso”, señala Fiedler, instando a abandonar ese prejuicio.

“Hay que dejar de lado normalizar ciertas acciones por estar pasando por ese momento. No hay que pensar que está más sensible porque ‘está con la tontera’”, manifiesta, aclarando que “estas pueden ser señales y es muy importante que empecemos a validar las emociones del otro, sobre todo dejando de tener esta mirada tan adultocéntrica para fijarse en las experiencias emocionales de sus propios hijos”.

¿Qué hacer frente al acoso?

Una vez identificada la situación, la psicóloga del Servicio de Salud Metropolitano Oriente afirma que la reacción de los padres es fundamental para lograr darle una solución al conflicto.

“Lo más importante es no reaccionar de forma negativa. Muchas veces es tanta la impotencia de los padres con respecto al sufrimiento del niño, que se enojan, pero ese enojo generalmente va mal direccionado y el niño que está sufriendo bullying se revictimiza, ya que se siente culpable de hacer sufrir a los padres”, explica Fiedler.

En esa línea, asegura que “lo importante es mantener la calma, validar al niño y comunicarle siempre que no es culpa de él”.

Con esa misma comunicación empática, insta a buscar soluciones con las instituciones, pero sin revictimizar al niño: “Muchas veces lo agarramos del brazo, lo llevamos al colegio y empezamos a preguntarle quién te hizo esto, lo cual lo va a intimidar”.

“Muchas veces, también, las decisiones son muy impulsivas, como sacar a los niños del colegio y cuando esas cosas pasan, lamentablemente el bullying se perpetua, porque quien lo comete sabe que tiene ese poder”, añade.

Por eso, aconseja preguntar cuáles son los protocolos de acoso del colegio e intervenir con los padres en caso de ser necesario, pero sobre todo, apoyar siempre al niño. “Esto, con el fin de que esta experiencia no sea traumática y que se de cuenta que puede confiar en los padres”, dice.

Finalmente, la profesional manifiesta que es relevante “tomar acciones siempre pensando en el beneficio del niño y no desde la rabia, porque sino, se va a sentir culpable, se va a retraer más y va a confiar cada vez menos para contar lo que le pasa”.

Recuerda que en caso de conocer un caso de acoso escolar, puedes denunciar en la página web de la Superintendencia de Educación o llamando al 600 600 2626.

Por Paz Arancibia C.
Fuente: chvnoticias.cl