La tercera generación de vecinos y vecinas recibió su diploma tras finalizar el proceso de educación a distancia para rendir la examinación del ministerio de educación con el proceso de acompañamiento de la escuela de nivelación de estudios, Amanda Labarca de Convergencia Social.
Fueron vecinas y vecinos de Coyhaique, Lago Atravesado, Balmaceda y Puerto Aysén que recibieron su diploma de 4° medio laboral, luego de finalizar el proceso a distancia que, por el contexto de crisis sanitaria, desarrolló en esta nueva modalidad la escuela de nivelación de estudios, Amanda Labarca. El programa de acompañamiento autogestionado y levantado por profesores y profesoras voluntarias ya gradúa a la tercera generación de estudiantes, luego de que el año 2019 se realizara la segunda versión en la población Bernardo O Higgins y el 2018 la primera versión en la Villa Los Glaciares. Cabe señalar que en contexto de crisis sanitaria se dio el paso a educación a distancia dado la imposibilidad de seguir con el formato presencial de los dos años anteriores.
Fue el fruto de 5 meses de esfuerzo, en los cuales las y los estudiantes recibieron clases semanales de Historia, Lenguaje, Matemática y Ciencias, con una metodología diseñada por el equipo de la nivelación con aporte de profesionales asesores que contribuyeron a este diseño. El equipo de docentes contempló profesoras, profesores, docentes de áreas afines y equipo de coordinación, todos jóvenes que trabajaron de manera voluntaria y ad honorem; las profesoras Katherin Subiabre, Ana Sepúlveda y Yarela Gómez, profesores Ricardo Chacón y Matías Zárate, docente Claudia Marín y Catalina Parra, parte del equipo de coordinación.
Si bien los anuncios oficiales celebran la alta escolaridad de los chilenos y chilenas, el Ministerio de Educación reconoce que hay casi 5 millones de personas que no terminaron la enseñanza media. Lo que motivaría la deserción es la necesidad de trabajar, la maternidad o paternidad, y el cuidado de familiares enfermos. Así, lejos de la caricatura de los “NINIS” (personas ‘flojas’ que no trabajan ni estudian), la razón está en las desigualdades de fondo que pueden dificultar o hacer casi imposible continuar los estudios.
Desde este entendido, la ejecución de esta versión fue compleja por las dificultades contextuales de la crisis sanitaria, el cambio de paradigma de enseñanza presencial a distancia, la doble o triple presencia que las mujeres desarrollan y quienes, son el 80% – 90% de la matrícula total cada año. Todos estos elementos, de amenaza externa, fueron sorteados por las y los participantes quienes concluyeron exitosamente su proceso educativo.
Ante la emergencia sanitaria, el sentido de realidad de la necesidad urgente de las familias de contar con cuarto medio laboral para optar a un trabajo o, impedir que te desvinculen de uno, motivó al equipo de la escuela de nivelación de estudios de Convergencia Social a adaptar la metodología del programa al actual contexto, junto a voluntarias y voluntarios independientes y militantes. Esta iniciativa, actualmente, no tiene equivalente en ninguna otra institución. Yarela Gómez Sánchez, parte del equipo fundador, coordinadora y profesora de Lenguaje y Comunicación en la iniciativa, aclara que el Ministerio de Educación pone a disposición distintas fechas para que las personas interesadas rindan la prueba, sin embargo, “el sistema solo se encarga de inscribir, entregar temario […] los futuros evaluados no reciben ningún tipo de ayuda u orientación en la preparación para esta prueba, debiendo arreglárselas por su cuenta”. Aclara que la licencia de enseñanza media laboral no permite continuar estudios, pero sí postular a puestos de trabajo y renovar la licencia de conducir; de “ahí la urgencia de iniciativas de este tipo para una población adulta que busca terminar sus estudios o asegurar su empleo”.
La profesora Katherin Subiabre manifiesta que “soy parte de esto porque siento que es parte de la justicia social necesaria en este país; (…) aporto con un granito de arena para tratar de que estas personas puedan terminar sus estudios y sientan que puedan terminar una etapa que, quizás, dejaron pendiente en su vida”, en la misma línea, la estudiante Brígida Angelo Mansilla, señaló que su conformidad con el proceso señalando que “me gustó la nivelación, fue algo nuevo porque era la primera vez que tomaba clases así. Todo lindo, bien”.
La profesora Yarela Gómez, señala que “considerando que la desigualdad en nuestro país está lejos de disminuir y la crisis sanitaria no va en retroceso se evalúa la posibilidad una cuarta versión de educación popular en el mismo formato este 2021”. Esta instancia será comunicada pertinente para el proceso de inscripción.
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