El Programa A Convivir Se Aprende, una iniciativa del Ministerio de Educación, implementada en la Región de Aysén por la Universidad de Aysén y la Universidad de Magallanes, culminó su ciclo formativo 2023–2025 con tres jornadas regionales realizadas en Río Ibáñez, Cochrane y Guaitecas.

Durante estos 24 meses, el programa ha acompañado a jardines infantiles, escuelas y liceos del territorio, promoviendo estrategias para fortalecer prácticas de convivencia basadas en el respeto, la colaboración y el cuidado mutuo.
Las tres jornadas territoriales —desarrolladas en Ibáñez, Cochrane y finalmente en Guaitecas— compartieron el mismo taller formativo: “En-tramando una gestión para la convivencia en las comunidades educativas de Aysén”, dictado por Nelson Bobadilla, profesor de Historia y Geografía y Magíster en Didáctica e Innovación. El taller tuvo como objetivo hacer un diagnóstico y aplicarlo a una estrategia en concreto, sobre cómo la convivencia se entrelaza con la gestión educativa, el liderazgo pedagógico y el trabajo en comunidad. Las y los participantes valoraron especialmente la oportunidad de proyectar el 2026 de manera articulada y planificada.
Para Romina Aranda, académica de la Universidad de Aysén y Coordinadora Regional del Programa A Convivir Se Aprende en la Región de Aysén, esta coherencia formativa entre las tres localidades fortaleció el sentido del proceso:
“Lo que hemos construido juntas y juntos es fruto del diálogo y del compromiso de cada integrante de la comunidad educativa. Haber desarrollado el mismo taller en las tres comunas permitió que todas y todos reflexionaran desde una base común y pensaran en estrategias concretas a sus necesidades, compartiendo miradas, desafíos y aprendizajes de cada equipo de gestión. Eso nos recuerda que la convivencia se enseña, se aprende y se proyecta en comunidad, en el trabajo colaborativo”.
Para Isabel Cáceres, Coordinadora Comunal de Río Ibáñez, la instancia logró “reunir a equipos directivos y de convivencia de todos los establecimientos. Allí el trabajo con el mapeo colectivo permitió mirar, en detalle, las prácticas que ya están instaladas y reconocer a los actores que las impulsan”. Asimismo, puso hincapié en “la excelente participación de los establecimientos educativos que dieron cuenta de la importancia de contar con espacios formativos que vinculen prácticas, teoría y política educativa con un enfoque territorial”.
Néstor Cáceres, asesor pedagógico del programa ACSA manifestó que “la jornada de Cochrane tuvo un fuerte acento en el trabajo colaborativo asi como también el Taller de Planificación Articulada, referido a propuestas de estrategia anual,que integró enfoques de convivencia, bienestar y participación en prácticas de gestión y liderazgo educativo”.
En la jornada de cierre, realizada en el Liceo de Melinka, los equipos destacaron la pertinencia de los contenidos y el espacio de análisis colectivo. El director del establecimiento, Flavio Allendes, señaló:
“Resulta de gran utilidad trabajar la convivencia escolar. Siempre estamos intentando mejorar, pensando en lo que será el 2026. Este tipo de actividades nos acerca a lo que realmente necesitamos”.
Por su parte, el jefe de la Unidad Técnico-Pedagógica, Jaime Mera Fernández, agregó:
“Ha sido una experiencia enriquecedora. Nos permite analizar nuestros procesos y fortalecer nuestra capacidad de resolver conflictos de manera más colaborativa”.
Desde el Ministerio de Educación, Mónica Castillo, Coordinadora Regional de A Convivir se Aprende, destacó que “la confianza que se observa entre los participantes evidenció que están trabajando, desde 2024, como red. Por otra parte, el docente invitado con experiencia en el aula, sin duda hizo un gran aporte en el sentido de focalizarse en el plan de gestión de la convivencia”.

El cierre del ciclo formativo reafirma la importancia de trabajar la convivencia desde una perspectiva territorial, participativa y profundamente pedagógica. Las jornadas en Ibáñez, Cochrane y Melinka evidenciaron que hoy las comunidades educativas que participaron del programa se encuentran más fortalecidas, con una mirada transformadora, participativa e inclusiva, entendiendo que la convivencia se aprende, se enseña y se proyecta en comunidad.





