El frío en Ñuñoa no menguó para nada el ánimo de los fanáticos de Los Bunkers, que se quedaron hasta la medianoche viendo su primer show en el Estadio Nacional.

Una presentación que estuvo llena de sorpresas, y que impactó con varios momentos a quienes acudieron a esta cita.

Todo partió a eso de las seis de la tarde, con el arribo al escenario de Pedro Piedra, uno de los teloneros. Luego, le siguió Fabrizio Copano, amigo de los músicos, que se subió a hacer stand up en el coliseo y sorteó varios problemas con las luces.

Es que la gente de galería reclamó por lo potente de los focos, que apenas dejaban ver al comediante. Sin embargo, el triunfador de Viña solucionó todo con una rutina que sacó varias risas.

Después de eso, el ánimo estaba listo para recibir a Álvaro López y los suyos, en una jornada que estuvo marcada por inesperados episodios.

Los Bunkers, 31 minutos y un emotivo momento

Así, el espectáculo abrió de inmediato con Ven Aquí, uno de sus temas más emblemáticos, para luego sumar y sumar hits.

“Esta es una noche muy especial para nosotros”, dijo el vocalista y los gritos se escucharon fuerte. Un fervor que no cesó en toda la performance.

Posterior a todo este primer despliegue sobre el escenario, vendría una de las partes más emotivas: una sesión acústica con cuatro canciones desde el Memorial de Detenidos Desaparecidos.

"Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro"

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— Los Bunkers (@Los_Bunkers) April 28, 2024

Un espacio donde los músicos aparecieron ataviados con abrigados ponchos y donde Mauricio Durán dedicó sentidas palabras. “Este lugar es muy especial, porque se construyó para recibir y multiplicar la alegría de un país, pero la historia nos ha demostrado que un lugar tan bello como este, en manos equivocadas, puede transformarse en la vasija de mucho dolor, de mucho miedo”, dijo.

Entonces, interpretaron La exiliada del sur y Calles de Talcahuano, seguidas de El Detenido. Un instante que generó gran emoción en el público de galería, que vio de cerca el momento, y que fue seguido por otra sorpresa: la aparición de 31 minutos sobre el escenario.

Guaripolo fue el encargado de presentar el segmento, donde tanto músicos como títeres cantaron Una nube cuelga sobre mí, y la fiesta se desató.

Después de esto, Bailando Solo, No me hables de sufrir y Llueve sobre la ciudad coronaron una noche donde Los Bunkers hicieron historia. Un hito del que todavía queda la segunda patita, y que ADN trasmitirá en vivo la tarde del domingo. ¡A sintonizarnos!