Desbaratan a organización criminal que proveía de fuegos artificiales a barras bravas: cabecilla era importante empresario de Barrio Meiggs

El grupo no podía justificar las grandes cantidades de dinero en efectivo que manejaba. La PDI, que lideró el procedimiento, usó a un agente encubierto para concretar una compra. Hubo 11 detenidos.


 

Un importante operativo policial llevado a cabo la jornada de este miércoles permitió el desbaratamiento de una banda dedicada a la comercialización de fuegos artificiales a barras bravas de clubes de fútbol y a organizaciones criminales en diversos barrios de la capital.

La Brigada de Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones encabezó el procedimiento de entrada, registro y detención de al menos 11 personas, en distintos puntos de la capital. Los delitos que se les imputan son infracción a la Ley de Armas, asociación ilícita y lavado de activos.

“Se ha logrado levantar diversas evidencias que han logrado sustentar las órdenes de detención. Dentro de ellas, hay incautaciones por más de siete toneladas de fuegos artificiales, que vienen en investigaciones de un año”, precisó el subprefecto Héctor Huenante Urzúa, jefe subrogante de la Brigada de Crimen Organizado.

El fiscal Sergio Soto, jefe de la Fiscalía Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía Metropolitana Occidente, detalló que la investigación comenzó en septiembre de 2021, fecha en la que se logró la incautación más grande. El cabecilla del grupo era “un importante empresario que tiene su trabajo en (Barrio) Meiggs”:

:

Uno de los puntos allanados por la PDI en Barrio Meiggs. / ADN.cl

“Procedía a revenderlas, ligadas a clubes de fútbol como a grupos organizados delictuales que lo usaban para manifestar su poder en sus respectivos territorios”.

La cúpula, encargada de la importación, almacenamiento y distribución de fuegos artificiales, también fue desbaratada. Los antecedentes, agregó Soto, fuero “concretos, claros y categóricos que esta persona proveía a vendedores minoristas”: “(El grupo manejaba) una gran cantidad de efectivo que no podían justificar”.

La organización era conocida en el mundo del hampa. Los contactos para la venta se hacían principalmente vía telefónica. Tras la concreción de valores y cantidades, se juntaban en una parcela de la región Metropolitana, donde se almacenaban los fuegos artificiales.

A tal punto llegan las pruebas de la fiscalía, que “se efectuaron compras acreditadas utilizando la figura del agente revelador”. Esa acreditación ocurrió el 10 de septiembre pasado.


Fuente: adnradio.cl