Investigación para el uso sostenible de sistemas silvoagropecuarios

El grupo de Ecología forestal de CIEP se encuentra durante este año llevando a cabo un proyecto de investigación sobre la generación de información para el uso sostenible de sistemas silvoagropecuarios gracias a un financiamiento del Gobierno regional de Aysén y su Consejo.

 

Los sistemas silvoagropecuarios combinan en espacio y tiempo cuatro componentes preponderantes: arbóreo, herbáceo, animal y social. Por tanto, estos sistemas pueden tener múltiples beneficios ambientales, económicos y sociales al mismo tiempo que promueven la sostenibilidad. 

 

Los ecólogos forestales del CIEP realizan investigación científica en los bosques nativos que alberga la Región de Aysén, con el objetivo de generar información para abordar los desafíos de la sostenibilidad de la actividad forestal y ganadera, la conservación del medio ambiente y la adaptación al cambio climático. En el marco del proyecto GORE-Aysén (BIP 40047145-0); «Análisis generación de información sobre uso sostenible de sistemas (silvoagropecuarios)», los forestales del CIEP Dra. Mónica Toro-Manríquez y Dr. Alejandro Huertas Herrera, junto a su equipo de trabajo, han visitado diversos sitios a lo largo de la región, velando por una representatividad de la información a tomar en el territorio, considerando sitios como predios, reservas y parques nacionales del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado y estaciones experimentales como el INIA Tamel Aike, siendo alguno de ellos sitios de referencia para el desarrollo del estudio.



¿Cómo se lleva a cabo este estudio?

 

La primera etapa consiste en la selección de sitios de estudio (bosques con y sin uso ganadero), considerando gradientes ambientales como la precipitación y elevación. Una vez en terreno se clasifican los sitios según el grado de apertura y uso del bosque. Para ello, se capturan imágenes de las copas de los árboles, permitiendo cuantificar la frondosidad del bosque y determinar cuánta luz ingresa (la luz es un factor importante que favorece o no el desarrollo de la vegetación). 

A continuación, se busca tener más información de la historia del lugar, realizando el estudio de la estructura forestal. La metodología consiste en medir la altura, diámetro y densidad de los árboles. Posteriormente, se extraen tarugos de los troncos, para así, realizar un conteo de anillos que les permite conocer la edad de los árboles y el pasado del lugar. Además, se lleva a cabo un conteo de plantas arbóreas, herbáceas y arbustos, para así saber si están creciendo árboles y qué diversidad de especies existen (nativas versus exóticas, plantables versus no plantables) Para saber más sobre la vegetación, se realizan cortes de plantas para calcular su biomasa y evaluar la riqueza existente. Asimismo, se colectan muestras de suelo para saber su grado de compactación, contenido de humedad, carbono, fósforo, entre otros. Y también se hace un conteo de bostas para conocer la frecuencia de uso y tipo de ganado. También se instalan mallas de exclusión de ganado para conocer así la respuesta de la vegetación al forrajeo y obtener información, por ejemplo, sobre la materia seca, proteínas y carbohidratos que posee con y sin presión animal.

Posteriormente viene el procesamiento de muestras de campo en laboratorio, donde cada una de las muestras de vegetación y suelos son analizadas, lo cual requiere de equipamiento científico y tecnológico para su procesamiento (ej. para calcular la proteína o los carbohidratos de las plantas). Toda esa información, sumada a la anteriormente descrita en terreno, se analizará mediante inteligencia artificial, lo cual permitirá el desarrollo de un modelo predictivo de calidad de forraje para la región de Aysén.

 

En general, el beneficio de este proyecto consiste en conocer la disponibilidad y calidad del forraje para el ganado en predios con sistemas silvopastoriles de la región (bosques con uso ganadero). La información obtenida será de beneficio para todos, ya que permitirá determinar la capacidad de carga de los predios y el «menú» de plantas nativas que ofrece el campo. Todo lo mencionado se realizará de acuerdo con las leyes y normativas vigentes para el uso del bosque enmarcado en las leyes chilenas, como, por ejemplo, las establecidas por CONAF u otras instituciones pertinentes. Dadas algunas limitaciones técnicas actuales, como el tamaño de píxeles de las imágenes satelitales y la necesidad de ampliar la serie temporal de toma de datos, nuestro objetivo no es proporcionar cifras exactas, sino más bien ofrecer valores de referencia que puedan contribuir a tomar decisiones informadas en cuestiones de producción forestal, incluyendo la disponibilidad de forraje (medida en Kg/m2) y su valor nutritivo en períodos favorables (verano) y críticos (invierno) para el sector silvoagropecuario, como por ejemplo la planificación forrajera.

 

Para más información pueden contactar a monica.toro@ciep.cl o alejandro.huertas@ciep.cl del Grupo Ecología Forestal CIEP.